La gestión de riesgos en el ámbito vial

Una propuesta integral para la seguridad y la sostenibilidad

Por Jorge Carrizo Moyano

La gestión de riesgos en el ámbito vial es un tema de vital importancia en la sociedad actual, donde los siniestros de tránsito representan una de las principales causas de mortalidad y lesiones graves a nivel mundial. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año mueren aproximadamente 1.3 millones de personas en accidentes viales, y entre 20 y 50 millones sufren traumatismos no mortales.

Estas cifras alarmantes subrayan la necesidad de implementar estrategias efectivas para reducir la siniestralidad y promover una cultura de conducción segura. En este contexto, una propuesta innovadora y de gran impacto es que las aseguradoras ofrezcan capacitación gratuita en seguridad vial a sus clientes de seguros automotores, abarcando tanto el tránsito urbano como, especialmente, las rutas interurbanas.

Esta iniciativa no solo beneficiaría a los propietarios de vehículos asegurados, sino también a las propias aseguradoras, creando un círculo virtuoso de seguridad, responsabilidad y sostenibilidad. Además, esta propuesta se alinea con las prácticas de gestión de riesgos recomendadas en la norma ISO 9001:2015, que enfatiza la importancia de identificar, evaluar y mitigar riesgos para mejorar la calidad y la eficiencia de los procesos.

Beneficios para los propietarios de vehículos asegurados

1. Reducción de accidentes y costos asociados

Una capacitación efectiva en seguridad vial puede disminuir significativamente la incidencia de accidentes. Según estudios realizados por organismos especializados, los conductores que reciben formación en seguridad vial tienen un 30% menos de probabilidades de verse involucrados en colisiones graves. Esto no solo salva vidas, sino que también reduce los costos asociados con daños materiales, gastos médicos y posibles litigios. Para los propietarios de vehículos, esto significa menos interrupciones en su vida diaria y un menor impacto económico en caso de un siniestro.

2. Mejora de habilidades de conducción

Los conductores capacitados desarrollan hábitos seguros y mejoran su destreza al volante. Esto les permite enfrentar de manera más efectiva situaciones de riesgo, como condiciones climáticas adversas, fallas mecánicas o comportamientos imprudentes de otros conductores. En particular, las rutas interurbanas, donde los siniestros suelen ser más graves debido a las altas velocidades, requieren un nivel de preparación adicional que solo una capacitación especializada puede proporcionar.

3. Conciencia sobre la seguridad vial

La formación promueve una mayor conciencia sobre la importancia de respetar las normas de tránsito y adoptar conductas responsables. Esto incluye utilizar cinturones de seguridad, evitar distracciones como el uso del teléfono móvil, respetar los límites de velocidad y la señalización, etc. Una mayor conciencia vial no solo beneficia a los conductores, sino también a los peatones, ciclistas y otros usuarios de la vía pública, contribuyendo a una cultura vial más segura y respetuosa.

Beneficios para las aseguradoras

1. Disminución de siniestros y reclamaciones

Al reducirse la frecuencia y gravedad de los accidentes gracias a la capacitación, las aseguradoras enfrentan menos reclamaciones. Esto se traduce en una mejora en su balance financiero, ya que los costos asociados con la indemnización de siniestros disminuyen considerablemente. Además, una menor siniestralidad permite a las aseguradoras optimizar sus recursos y ofrecer condiciones más favorables a sus clientes.

2. Fidelización de clientes

Ofrecer programas de capacitación en seguridad vial añade valor a los servicios de la aseguradora. Los clientes perciben este tipo de iniciativas como un beneficio adicional que demuestra el compromiso de la empresa con su bienestar. Esto puede aumentar la satisfacción y lealtad de los clientes, reduciendo la tasa de rotación y fortaleciendo la relación a largo plazo entre la aseguradora y sus asegurados.

3. Mejora de la imagen corporativa

Las aseguradoras que invierten en la seguridad de sus clientes son percibidas positivamente por la sociedad. Este tipo de iniciativas fortalece la reputación de la empresa y refuerza su responsabilidad social corporativa. En un mercado cada vez más competitivo, diferenciarse a través de acciones concretas que beneficien a la comunidad puede ser un factor decisivo para atraer nuevos clientes y mantener una ventaja competitiva.


Gestión de riesgos según la norma ISO 9001:2015

La norma ISO 9001:2015, que establece los requisitos para un sistema de gestión de calidad, incluye un enfoque basado en riesgos que es especialmente relevante para esta propuesta. Según esta norma, las organizaciones deben identificar los riesgos que podrían afectar su capacidad para cumplir con los requisitos de los clientes y lograr los objetivos establecidos. En el caso de las aseguradoras, uno de los principales riesgos es la alta siniestralidad, que puede generar pérdidas financieras y dañar la reputación de la empresa.

La implementación de programas de capacitación en seguridad vial es una estrategia efectiva para mitigar este riesgo. Al capacitar a los conductores, las aseguradoras no solo reducen la probabilidad de accidentes, sino que también cumplen con el principio de mejora continua establecido en la norma ISO 9001:2015. Además, esta iniciativa fomenta la participación de todas las partes interesadas, desde los conductores hasta las autoridades de tránsito, creando un entorno colaborativo que beneficia a toda la sociedad.


Conclusión

Implementar programas de capacitación en seguridad vial es una estrategia beneficiosa tanto para los conductores asegurados como para las aseguradoras. Esta iniciativa no solo contribuye a la reducción de la siniestralidad vial, sino que también promueve una cultura de conducción más segura y responsable en todos los ámbitos de tránsito. Además, se alinea con las prácticas de gestión de riesgos recomendadas en la norma ISO 9001:2015, demostrando que la seguridad vial no es solo una cuestión de responsabilidad social, sino también una oportunidad para mejorar la calidad y la eficiencia en la gestión de las aseguradoras.

En un momento en que la movilidad es cada vez más compleja y los riesgos viales están en constante aumento, es fundamental que todos los actores involucrados trabajen juntos para crear un entorno más seguro y sostenible. Las aseguradoras, como actores clave en este proceso, tienen la oportunidad de liderar este cambio, no solo protegiendo a sus clientes, sino también contribuyendo al bienestar de la sociedad en su conjunto.

Jorge Carrizo Moyano. Escribano Público.

Consultor – www.bioliderazgo.org

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